Mitos sobre el certificado energético a desmontar en 2014
Desde que el pasado 1 de junio entrara en vigor el certificado energético obligatorio para la venta o alquiler de inmuebles son muchas las dudas que se han generado entre propietarios, compradores o inquilinos. Fruto de la desinformación, son varios los mitos que rodean al certificado energético.
1. Significa empezar a ahorrar energía. Tener el certificado de eficiencia energética aporta una información muy valiosa, pero el mero hecho de tenerlo no implica ser más eficiente o ahorrar energía.
2. Permite revalorizar el inmueble. “Disponer del certificado no supone revalorización alguna, sino que se trata de algo obligatorio en los casos previstos”, considera Galdón.
3. Las viviendas con una superficie inferior a 50 metros cuadrados no lo necesitan. El IDAE aclara que solamente quedan excluidos de la obligación aquellos edificios aislados físicamente. En consecuencia, “las viviendas, apartamentos y locales de menos de 50 m² que formen parte de un edificio sí tienen la obligación de obtenerlo”, explica Juan Ramos, de Certifacil.
4. Su resultado implica mejorar el edificio o vivienda. Facilita información que permite al inquilino o propietario del inmueble conocer el estado energético de su inmueble, pero no existe la obligación de llevar a cabo las medidas de mejora propuestas.
5. Sólo es necesario para formalizar la compraventa o alquiler del inmueble. “Hay propietarios que piensan que sólo necesitan su etiqueta una vez vayan a firmar el contrato”, afirma Inés García, de la empresa Certicalia. Sin embargo, es imprescindible mostrar este distintivo al potencial comprador o inquilino antes de la formalización del contrato.
6. Un certificado único para todo el edificio no es válido para todas las viviendas y/o locales que lo integran. La nueva Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbanas establece que, a partir de 2019, los edificios de viviendas deberán, en función de su antigüedad, contar con un Informe de Evaluación del Edificio, un documento que incluye, entre otros criterios, el certificado de eficiencia energética del edificio. Éste es válido para todas las viviendas y locales que integran el inmueble.
Fuente y Fotografía: Fotocasa.es
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